Si ya llevas tiempo invirtiendo y has leído sobre inversión, seguro que más de una vez habrás oído hablar de la «Regla del 120» pero te voy a recordar en este artículo en qué cosiste exactamente.
Cuando la gente normal queremos invertir y crear una cartera de cero lo más difícil, a parte de seleccionar los activos que la compondrán, es saber qué porcentaje de la misma irá destinada a renta variable y qué parte irá destinada a renta fija.
Cada persona tenemos un perfil de riesgo totalmente diferente, pero todos los grandes inversores siempre han coincidido en lo mismo:
«Cuánto más joven eres más porcentaje debes asignar a renta variable»
* Hago un inciso en el artículo para refrescarte dos términos:
Renta variable – es un tipo de inversión formada por aquellos tipos de activos financieros que no tienen una rentabilidad futura conocida, es totalmente incierta, no está garantizada ni está asegurado el capital que inviertas.
Renta fija – es un tipo de inversión formada por aquellos tipos de activos financieros en los que el emisor está obligado a realizar los pagos pactados en cantidad y período de tiempo establecidos. Garantiza una rentabilidad y devolución del capital invertido siempre y cuando se mantenga la inversión a término y el emisor no quiebre o entre en suspensión de pagos.
Volvamos al tema principal del hilo:
¿Qué es la regla del 120?
La regla del 120 es una regla que nos permitirá estipular qué porcentaje debemos asignar tanto de renta variable como de renta fija a nuestra cartera, de manera que ésta se amolde lo mejor posible en relación riesgo edad.
El resumen es que un ahorrador joven siempre deberá asumir más riesgo que uno mayor. ¿Por qué? Porque nuestras prioridades en la vida no son las mismas a los 20 años que a los 60. Si vamos a vivir muchos años, supuestamente, cuánto más arriesgados seamos al principio con nuestra cartera, mayores rentabilidades deberíamos recibir al cabo de muchos años.
¿Te sentirías cómodo/a teniendo una cartera con un alto porcentaje de renta variable el día que te vayas a jubilar? ¿Y si viene un crash y tú estás invertido al 80% en renta variable? Pues seguramente lo pasarás mal viendo cómo el ahorro e inversión de muchos años se va al garete y te quedas sin tantos años para «recuperarte».
Con un sencillo ejemplo entenderás cómo usar la regla del 120:
% renta variable de la cartera = 120 – tu edad
Si tienes 25 años, lo ideal sería hacer una cartera 100% renta variable ya que, si no sufrimos una desgracia, nos queda toda una vida por delante y podemos permitirnos correr más riesgos que con 60 años. Pero, si aplicamos la regla del 120 , nuestra cartera «ideal» debería ser:
% renta variable = 120-25 = 95% y por tanto el 5% debería ser renta fija
Con el paso de los años deberíamos ir modificando los pesos desde renta variable a renta fija.
En mi caso, con casi 40 años, debería tener una cartera compuesta por un 80% de renta variable y un 20% de renta fija pero si ves la composición de mi cartera, comprobarás que a día de hoy ronda el 86,40 % de renta variable y el 13,60 % de renta fija.
Realmente, yo no calculé la composición de mi cartera por esta regla, es más, la tendría con algo más de peso en renta variable pero, en el caso de Indexa Capital, el sistema me configuró una cartera inicial con un 20% en renta fija y yo mismo en Renta 4 mi cartera inicial la configuré con un 10% de peso, por lo que al final sale ese % indicado anteriormente.
No es necesario que cada año que pase modifiques la cartera asignándole un 1% más en renta fija en detrimento de la variable. Es más, en mi caso he pensado modificar o rebalancear mi cartera de Renta 4 en un 5% a favor de la renta fija cada 5 años que vayan pasando hasta el día que alcance, si es posible, la jubilación.
¿Tú qué riesgos estás dispuesto a correr? ¿Ya tienes configurada tu cartera? ¿Cumples con la regla del 120?
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